29 enero 2009

Carta 09.

Desde la Huerta de San Vicente, en una fría tarde del 29 de enero 2009, escuchando a The New Raemon:

Uf Ventura, si supieras lo que se necesitan y se agradecen tus palabras de aliento… Es dura a veces Granada, lo sabes, sobre todo cuando te dedicas a asuntos públicos, las instituciones cierran puertas, los de fuera recelan, los de dentro critican y lo único que me anima a seguir son los momentos posteriores a la lectura, la cerveza con el/la poeta, las felicitaciones del público y los nuevos grandes amigos que nacen entre nuestros vitolados.

Sí, estoy algo cansada y desalentada, pero como decía Javier Egea: “Hay que avanzar, hay que avanzar./ Pero es necesario/sentir un cuerpo aquí, junto al costado”. Y ese cuerpo junto al costado que yo siento sois todos los que habéis participado de forma totalmente desinteresada en nuestras lecturas. Y así vamos, acabando con las últimas vitolas, en este tortuoso y a veces desesperanzador camino hacia la vitola 100… 100 poetas, 100 lunes de poesía, 100 cuadernos llenos de inéditos… Si es que es pá ganar un Guiness de esos, jeje.

Pero Ventu (me permito la confianza) también soy consciente del buen momento que estamos pasando, en estos últimos meses han pasado por nuestra barra lo más interesante del panorama actual, traspasando fronteras: Josep M. Rodríguez, Mario Cuenca, Carmen Camacho, Camilo de Ory… Jóvenes poetas, muchos de ellos con importantes premios y sobre todo alejados del círculo poético-concéntrico granadino, del Establishment, tú sabes lo que digo.

Te escribo desde la Huerta de San Vicente, solitaria, sin turistas ni viajes de estudios, en un invierno frío y de nieve, quizá el más duro de los ocho inviernos que llevo superados en Granada… Y tú en nuestra Barcelona, con tu surdade, me encanta esta palabra, y me la hago mía. Y yo, tu seguidora en el silencio, me emocionaron mucho tus últimos escritos de tu blog, antes de tu regreso -em vas fer patir-. Esa mezcla de pena y traición que sentías al abandonar a tus niños, fueron afortunados al tenerte a ti como educador, con tu enorme sensiblidad y tu sabiduría. Mi Ventu de barrio, yo siempre distingo entre los barceloneses de barrio y los otros, y tú eres de barrio como yo. Significa que has crecido jugando en la calle, en el parque, compartiendo juegos con otros niños vecinos, entre las madres que iban al mercado y el olor a farias del café del mediodía. Estoy segura que en nuestra adolescencia coincidimos en conciertos, fiestas de la Diversitat, de la Mercè, huelgas, alguna que otra lectura o exposición, y como no, algún trayecto en la linea vermella.

Muchas, muchas felicidades compañero, que se que hoy cumples años. Y sigue como hasta ahora, con estas joyitas de proyectos, y por favor, sin dejar de escribir. Espero que al fin coincidamos en mi próxima visita a Barcelona. Molts petonsss! Y también para tu Eli.

Marta Badia

4 comentarios:

MGJuárez dijo...

Renoi!... Per molts anys!

:)

Ventura Camacho dijo...

gràcies!

Silvia Gallego dijo...

Un placer asistir a este diálogo epistolar íntimo-público que se deja leer.
Siento la emoción* de la RELECTURA de aquellas infinitas cartas que tanto nos marcaron a los que tenemos cajas-cajas de bellas y curiosas cartas.
¡qué arte! qué intensidad de espera y de escritura... dejándonos la piel.

ME ENCANTA mirar VUESTRAS sensaciones a vuelta de correo, las tormentas del duro invierno, lo cotidiano del viento... lo que nos sacude.

DESDE una graná que espera el SOL, y a los amigos que se fueron...

un besino

Ventura Camacho dijo...

La intimidad al descubierto! es verdad! abrazo