09 febrero 2009

Carta 13.

Barcelona, 9 de febrero

Querido Álvaro,

tal y como acordamos, te envío a continuación la transcripción de le entrevista que sobre Machado y la Otra Sentimentalidad te hice hace unos meses ya en Granada. Te ruego que compruebes la exactitud de mis notas y aprovecho para saludarte.

Espero nos veamos en junio por allá, ya lejos del frío castigador de Sierra Nevada.

Un abrazo.

Ventura





Álvaro Salvador, en relación con la génesis de la Otra Sentimentalidad, declara que “a partir de las teorías de Juan Carlos Rodríguez, profundizaron en los escritos de Antonio Machado, Bertolt Brecht , Pasolini, Jaime Gil de Biedma, entre otros…”. Para el objeto de mi estudio me interesan en particular el caso de Machado y el Gil de Biedma, y por extensión los poetas del 50 y la posibilidad de hilvanar una “herencia sentimental” con origen en la concepción poética de Machado, heredada por el grupo del 50 y posteriormente por La Otra Sentimentalidad.

¿En qué se medida se “profundizó” en la obra de Machado bajo la “tutela” de Juan Carlos Rodríguez?

En 1976, con motivo de un homenaje a Machado, Juan Carlos Rodríguez publicó un ensayo titulado “Machado, espejo de la realidad española” que nos descubrió la dimensión de Machado profundamente política y ética, tan importante en aquella época. Este artículo se publicó más tarde en Letras del Sur y Juan Carlos lo recogió en la Norma Literaria. Desde entonces aprendimos a leer a Machado de otra manera, sobre todo al Machado de Juan de Mairena y de Los Complementarios.


Desde el mismo “nombre” (La Otra Sentimentalidad) el vínculo con Machado es claro y manifiesto. “Nada tan voluble como el sentimiento – dice el poeta sevillano- Esto deberían aprender los poetas que piensan que les basta sentir para ser eternos. ¿Por qué se identifican con estas ideas en los años 80?

Porque nos pareció que para intentar una renovación profunda de la poesía española, demasiado verborreica entonces, debíamos entender en profundidad su carácter, su verdadero funcionamiento. El análisis de Machado nos pareció el que mejor sabía conjuntar los aspectos racional y el emocional que iban de la mano en el discurso poético.


¿Cuál sería el verdadero “punto de enlace” entre la generación del 50 y la Otra Sentimentalidad?

Los puntos de enlace fueron varios. Personales, como el caso de Gil de Biedma y Ángel González y también literarios: la comprensión del discurso poético como histórico, la necesidad de un lenguaje sencillo, directo y comunicativo, la recuperación de ciertas tradiciones, sobre todo la más enraizada en la tradición poética popular, la incorporación de nuevos fenómenos de masa como la nueva canción popular, el cine, etc.


¿Cree usted que los poetas del 50 y los poetas granadinos de la Otra Sentimentalidad podrían estar en la nómina de “Los poetas futuros de mi antología” como se refería Machado a aquellos poetas “cultivadores de una lírica otra vez inmergida en las “mesmas agua de la vida”?

Creo que sí, sin ninguna duda.


Hay parte de la crítica que les acusa de haber hecho un “rescate” parcial, sesgado de la obra del poeta sevillano. Entre las acusaciones “destacamos” las de Carlos Javier Morales que dice:

El Machado, que espera “la España que alborea” habla de una nueva moral ( de una forma nueva de vivir la moral esencial del hombre) .No es cierto que Machado abogue por una nueva moral definitiva y “ya sin provisionalidad ninguna”, como si las formas históricas de la moral esencial del hombre llegaran a su perfección suma en una época histórica venidera – la época de la otra sentimentalidad-¡!!

Entra en contradicción con la propia “historicidad de los sentimientos” defendida en el mismo manifiesto nos induce necesariamente a pensar que la nueva ética y estética de la “otra sentimentalidad” alcanza un grado de perfección poética más allá del cual no puede concebirse ninguna evolución” Contradice las ideas de Machado y augura para poesía un estancamiento. (Antonio Machado en la Poesía española Pág. 284)

¿Cómo se han defendido de estas acusaciones?

Bueno, yo no me he defendido de ninguna manera. El argumento de Carlos Javier Morales me parece una tontería digna de los que respiran “ideología” sin saber que lo hacen. Nosotros jamás confundimos las teorías de Machado sobre la historicidad de los sentimientos y los valores con las jerarquías neopositivistas que nos atribuye Morales. No sólo no pensamos en alcanzar ninguna perfección, sino que, como buenos machadianos, no creemos ni creíamos en la “perfección”, ni creíamos ni creemos que con nosotros se terminaba todo ni nada de eso.

¿Podría considerarse la Otra Sentimentalidad como un giro más de tuerca en la concepción de la poesía social, es decir, que ya los Gil de Biedma y compañía parecen ir más allá de los postulados de la primera generación de posguerra y las generaciones de “fin de siglo” abandonan “el problema de la patria” para adentrarse en otras cuestiones más universles.

Sí y no. Sí, en cuanto que nosotros nos consideramos herederos de esa reflexión sobre la función del arte que se inicia con las vanguardias y se continúa con la poesía social y comprometida. Y no en la medida que queremos ir más allá, romper con dicotomías como la de forma y contendio, comunicación y conocimiento, etc.



El magisterio de Jaime Gil de Biedma en un principio parece ser el más influyente entre los del grupo. ¿Por qué ponen los ojos en su figura?

Gil de Bidma era sin duda el poeta más “moderno” de su generación, el que más cerca estaba de nosotros en cuanto a su concepción de la poesía y de la figura social del poeta.



¿Cómo fue (o es) la relación entre los del 50 y los poetas de Granada? ¿Cuáles fueron los vínculos personales y literarios entre los del grupo, y en especial en relación con la figura de Machado?

Bueno, la relación se inició con Gil de Biedma y luego se continuó con Carlos Barral, Ángel González, Goytisolo y los demás. En el año 85 se celebra un gran Congreso, organizado por la revista Olvidos de Granada, que era el órgano impreso de “la otra sentimentalidad” en Granada y ellos vienen casi todos. Al año siguiente vuelven a venir para la presentación del número especial dedicado al Congreso y a partir de ahí, tanto sus visitas como las nuestras a Barcelona son muy frecuentes, así como las llamadas y la correspondencia. La interrelación con Machado no es tan directa, ellos lo leyeron y lo reivindicaron en sus revistas y colecciones, sobre todo frente a la lectura torticera que había hecho la revista franquista Escorial, y sus herederos, y nosotros lo leímos en nuestro tiempo y con nuestros puntos de vista. Pero lo cierto es que sus lecturas y las nuestras coinciden en numerosos puntos esenciales.
¿Cuál es la lección que Machado puede dar a los poetas en el siglo XXI?

Varias lecciones. La primera es demostrar que la poesía sigue siendo palabra en el tiempo y que lo verdaderamente difícil es hacer una poesía que aparentemente sea fácil y comunicativa y simultáneamente profundamente moral, emocional e inteligente. La poesía de Machado, por otra parte, creo que tiene mucho que decir a un mundo preocupado por la ecología y el medio ambiente.


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