09 enero 2009

Lorca, Sebastià Gasch y la pintura


En carta desde Cadaqués a su amigo Melchor Fernández Almagro ya le da cuenta de que trabaja en nuevos y originales poemas que pertenecen a otra clase de cosas:

He trabajado bastante en nuevos y originales poemas pertenecientes ya, una vez terminado el Romancero Gitano, a otra clase de cosas.


García Lorca parece estar desarrollando una estética global donde la pintura y el dibujo cobran cada vez más importancia y sirve al poeta para resolver algunos problemas expresivos. En carta a Gasch escribe:

Cuando un asunto es demasiado largo o tiene poéticamente una emoción manida, lo resuelvo con los lápices. Esto me alegra y divierte de una manera extraordinaria.

Más adelante le escribiría:

Estoy alegre con mis dibujos y crea que vivo al hacerlos momentos de una intensidad y de una pureza que no me da el poema

En esta etapa creativa el poeta se siente plenamente entendido por el crítico barcelonés. En la misma carta escribiría:

Crea usted que en Madrid no hay nadie con la sensibilidad crítica y entendimiento plástico de usted, y que hoy es la única persona de España que puede aquilatar mi línea y lo que yo quiero expresar

Días más tarde se reafirmaría, pasando esta vez del tratamiento de “usted” a un mucho más cercano“tuteo”:

Tú eres el crítico nuestro, el crítico de la generación de los jóvenes, y eres además la persona más preparada que conozco y con sensibilidad más aguda. Tus artículos enseñan siempre…

Lorca comparte con Gasch sus procesos creativos. Su nueva manera de enfrentarse al arte. Parece que ahora el poeta ha dejado atrás sus crisis (comentada en carta a su amigo Benjamín Palencia) y está en el camino de crear una nueva estética. Escribe a Gasch dejando patente las influencias de las teorías del crítico:

En prosa hago ahora un ensayo en el que estoy interesadísimo. Me propongo dos temas literarios, los desarrollo y luego los analizo. Y el resultado es un poema. Trato de unir mi instinto con el virtuosismo que posea

Ya me voy proponiendo temas antes de dibujar, y consigo el mismo efecto que cuando no pienso en nada.
Desde luego me encuentro en estos momentos con una sensibilidad ya casi física que me lleva a planos donde es difícil tenerse de pie y donde casi se vuela sobre el abismo.
Cuando hago una cosa de pura abstracción, siempre tiene (creo yo) como un salvoconducto de sonrisas y un equilibrio bastante humano. Estos últimos dibujos que he hecho me han costado un trabajo de elaboración grande.
Abandonaba la mano a la tierra virgen y la mano junto con mi corazón me traía los elementos milagrosos. Yo los descubría y los anotaba. Volvía a lanzar mi mano, y así, con muchos elementos, escogía los característicos del asunto o los más bellos e inexplicables, y componía mi dibujo.


Unos dibujos salen así, como las metáforas más bellas, y otros buscándolos en el sitio donde se sabe de seguro que están. Es una pesca. Unas veces entra el pez solo en el cestillo y otra se busca la mejor agua y se lanza el mejor anzuelo a propósito para conseguirlo. El anzuelo se llama realidad

La influencia de las teorías críticas de Gasch, comentadas anteriormente, se hace cada vez más evidente:

Yo he pensado y hecho estos dibujitos con un criterio poético-plástico o plástico-poético en justa unión (…) He procurado escoger los rasgos esenciales de emoción y forma, o de super-realidad y super-forma, para hacer de ellos un signo que, como llave mágica, nos lleve a comprender mejor la realidad que tienen en el mundo.

Al igual que el distanciamiento con algunos aspectos del surrealismo, en especial lo onírico y la pintura automática:

Pero sin tortura ni sueño (abomino el arte de los sueños), ni complicaciones. Estos dibujos son poesía pura o plástica pura a la vez. Me siento limpio, confortado, alegre, niño, cuando lo hago. Y me da horror la palabra que tengo que usar para llamarlos. Y me da horror el poema con versos. Y me da horror la pintura que llaman directa, que no es sino una angustiosa lucha con las formas en la que el pintor sale siempre vencido y con obra muerta.
(fragmento)
Ventura Camacho
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Fuentes:

ANDERSON, A.A. . 1998. Sebastià Gasch y Federico García Lorca: Influencias recíprocas y la
construcción de una estética vanguardista. en: Federico García Lorca i Catalunya. coordinació i
edició a càrrec de MONEGAL, A. y MICÓ, JM. Barcelona. Universitat Pompeu Fabra .

ANDERSON, A. y MAURER, C., 1997. Federico García Lorca. Epistolario Completo. Cátedra.

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